Antes de ayer tomé una decisión que para quien me lee quizás no
signifique nada o lo catalogue como algo banal, sin sentido o que raya en lo
ridículo, no es que me importe mucho, pocas veces me he detenido a pensar que
opina la gente de mi, pueda que por esta actitud un tanto antiparabólica como
decimos coloquialmente, no me he permitido conseguir algunas cosas, yo prefiero
pensar que he logrado mucho como soy, el punto es que después de 5 años me
corte el cabello, no era que lo tenía como Raspunzel, ni mucho menos, pues cada
tanto lo podaba, si, podaba! No se le puede llamar de otra manera, pues mi tipo
de cabello no lo permitía.
Anécdotas
tengo muchas con mi cabello largo, unas mejores que otras, otras un tanto
interesante, recuerdo una vez que estando en Caracas en una fiesta donde no fui
invitado, pero a donde me llevaron, unas señoras, muy emperifolladas por
cierto, me estuvieron observando durante largo rato, yo decía
--nada,
aquí el más negro, peluo y mal aspecto para esta gente soy yo, y como no lo iba
a ser, pantalones rotos, franela un tanto arrugada, y pues claro! estas greñas
asustan a más de uno—
En
ese momento creo que lo tenía más larga que nunca, pero que me iba a imaginar
yo que en una visita a la capital, terminaría en una fiesta “pipirisnai”, por
fin luego de horas, tragos y risas con las personas con quien compartía la
mesa, una de las señoras que desde temprano me miraba, se acercó y me dijo
---
Disculpa hijo! Será que me permites tocarte el cabello? Es que siempre quise
que mis hijas o nietos lo tuvieran así, pero ellas se terminaron casando
con hombres de cabello liso, así
que cada vez que veo a alguien que lo lleva como tú, me da una envidia sana.
Yo
me le quede mirando y quizás, su comentario
sumado a los tragos me causaron mucha
risa, le dije que no había problemas, pero, por si a las moscas, en mi mente
pronuncie el conjuro para evitar el mal de ojo, al final la señora me dijo
“Dios te lo cuide” y yo le respondí con un bíblico “amen”.
Siempre
a los peluos, bueno, en mi caso, expeluo! Nos miran en la calle de una u otra
manera, hay mujeres que les gusta, otras
nos ven con asco y están los tíos, primos, amigos, conocidos o jodedores de
oficio que siempre te dicen “Cortate el cabello”, algún chiste inventan, te
relacionan con algún personaje o te dicen que no nunca lo lavas, a estos se
suman aquellas empresas u oficinas donde se niegan a darte un empleo por llevar
el cabello largo, para el venezolano al parecer, un peluo es sinónimo de
desaseo, poca inteligencia, demencia, drogadicción, borracho, irresponsabilidad
y quien sabe cuántas cosas más, no dudo
que por algunos, pagamos justos por pecadores, pero también es cierto que entre
nosotros están excelentes músicos, pintores, diseñadores, cerebros y dueños de
sus propias empresas , quizás con mucho mas conocimiento o creatividad para
gerenciar que cualquier “ Senior” bien bonito, perfumado
y vestido con ropa del mejor diseñador, de Rori o como mínimo de Dorsay,
“porque como Dorsay, no hay”.
El
asunto está, es que aun somos cortos de mente, seguro estoy, que mas de una
empresa a dejado pasar el éxito al cerrarle las puertas a un peluo o a cualquier
otra persona, hombre, mujer tatuato o gay, al pensar que no son beneficiosos
para su entorno de trabajo, el racismo o clasismo no es tan marcado en nuestro
país como en otros, pero si existe la exclusión y seguramente más de uno de
nosotros hemos sido participe de ella, no podemos hablar de igualdad cuando miramos
a la distancia a personas por su aspecto o condición física, religiosa o
política, madurar en este punto es
fundamental para mejorar nuestra sociedad, no digo que seamos amor con todo el
mundo o no estudiemos un tanto a las personas, pero el beneficio de la duda lo
merecemos todos, siempre he pensado que
un gran número de los que andan por la
vida sobresaliendo entre lo común por su forma de vestir o cabello largo no es
solo por rebeldía, es también una cuestión de actitud!
Por
algo el viejo dicho, “Donde hay pelo hay alegría”
No hay comentarios:
Publicar un comentario