El concepto del sueño americano o estadunidense para algunos tiene sus orígenes entre los siglos XVI y XVII, cuando pioneros ingleses intentaron persuadir a los ciudadanos de su país para moverse a las colonias de América del Norte, lo hacían incluyendo en el mensaje puntos que despertaban el interés y deseo de las personas por marcharse a estas nuevas tierras.
“Estados Unidos como una tierra de abundancia”, “Estados Unidos como tierra de oportunidades” y “Estados Unidos como tierra del destino” con el pasar de los años estas frases fueron dando forma al Famoso sueño americano hasta convertirse en algo representativo de la nación, después de la segunda guerra mundial muchos europeos al ver sus países destrozados y hundidos en la miseria, deciden emprender el rumbo a EE.UU en búsqueda de un futuro más promisorio, muchos de ellos gracias a su esfuerzo y trabajo consiguieron fortuna, riqueza y seguridad, otros estaban destinados a vivir más humildemente.
Negar que en tierras del Tío Sam exista desigualdad, es querer tapar el sol con un alfiler, personas con orígenes en Latinoamérica son de los más desposeídos, son vejados, humillados, segregados viviendo con la migra pisándole siempre los talones o esclavizados, haciendo trabajos duros por unos pocos dólares, tratando de reunir lo suficiente para pagar una renta o quizás en un futuro tener una casa propia, además de obtener unos verdes extras para ver si puede enviarlos a sus familiares que están en su país, muchas veces estas personas son profesionales universitarios que nunca se atrevieron en casa a realizar tareas que pudieran hacerlos sentir inferiores a sus amigos o familiares, pero llegan a lavar baños, limpiar casas, pasear perros, ser taxistas por encontrar el tan famoso sueño americano que por lo visto no es tan fácil de conseguir.
Tampoco debemos negar que las instituciones y servicios funcionan, no dudo que tengan sus fallas pero lo hacen mejor que en cualquiera de los países latinoamericanos, por ejemplo en Venezuela pasamos eternidades para realizar cualquier tipo de trámites, no importa si son oficinas públicas o privadas, tenemos petróleo y nuestras calles están peor que la luna, tienen botes de agua, debemos pagarle algo más a los señores del aseo por llevarse la basura, a los policías para que los malandros o ellos no nos roben, hay que ponerse la franela o enseñar el carnet del partido de gobierno para que te atiendan de forma rápida en entes gubernamentales, debes buscar manera de tener un carro, un cacharrito aunque sea, porque el transporte público no funciona, a los hospitales tienes que llevar medicamentos, toallas, sabanas, comida y todo aquello que requiera el enfermo, siempre debes tener un contacto en algún lado para que te ayude en alguna diligencia y para muchos, la luz que ve, es la del sol y el agua que bebe, es de la lluvia.
Yo si quiero mi sueño americano, más bien! mi sueño VENEZOLANO, dormir tranquilo, que funcionen los servicios, haya seguridad, las vías sean transitables, la gente respete, que valoremos y protejamos las riquezas naturales, seamos orgullosos de nuestra patria, que la política sea incluyente, educación de primera en todos sus niveles, que no sea motivo de primera plana la dotación de un hospital o la inauguración de una cancha deportiva, cero populismo, cero pobreza, que la gente siempre esté contenta, ciudades modernas pero amigables, que se rescaten los valores y construyamos entre todos, una nación a donde otros quieran venir y no de la que nosotros queramos escapar.
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