Es culpa de Chavez o de los cuarenta años? Es bueno hacernos esta
pregunta. En los últimos años el venezolano se ha acostumbrado a opinar sobre política,
nos hemos convertido en politólogos de calle, sin estudios, sin conocimientos,
decimos lo que sentimos, como vemos las cosas según nuestra ideología, grado de
instrucción y formación.
La situación política y estructural que atraviesa el país para algunos
se ha acentuado en los últimos catorce años, antes percibíamos que había muchas
cosas malas, la corrupción era el trabajo que se ponía de moda, el “quitate tu
pa´ponerme yo” era parte del día a día, pero de eso se hablaba en voz baja, con
temor de acusar a alguien de ladrón teniendo solo la sospecha, las cosas se hacían
de tal manera que se evitaba ser expuesto a la opinión pública, los desmanes se
cometían entre las sombras, pero hoy es distinto, vemos como en los gobiernos,
locales, regionales y nacional, se cometen abusos de poder, familias enteras
gobernando, enriqueciéndose sin control mientras el pobre sigue comiéndose un
cable aprovechando que por ellos no pasa electricidad, se derrocha el dinero,
se pudre, se hunde, se derrama, se gasta en primeras piedras o se va por el
Guaire…
Los venezolanos somos testigos silentes de las cosas que ocurren
en todo el territorio, consideramos no decir nada más allá de dar nuestra opinión
entre amigos y conocidos, a estos últimos los estudiamos primero para ver si no
son de una condición política distinta a la nuestra, de esa manera evitamos
caer en discusiones que pueden tornarse más incomodas de lo normal, pues el
radicalismo está presente en cada esquina, morir callado, no denunciar, y hasta
no hacer valer nuestros derechos para no tener deberes, es prácticamente nuestra
forma de vida, salvo cuando somos protagonistas y experimentamos aquello que
pensamos que nunca nos podría ocurrir.
Estamos empeñados en siempre buscar un culpable, creemos que
nuestras desdichas se originan en la acera de enfrente o en casa del vecino, ¿acaso
nosotros no tenemos un ápice de culpa? En los más de cincuenta años de
democracia ¿No fuimos los que elegimos a los gobernantes o en otro caso, nos abstuvimos
de ir a votar? ¿Hemos ejercido la contraloría
social? ¿Denunciamos?, ¿No le hemos mojado la mano a alguien? ¿Nos hemos
quedado callados porque el corrupto es amigo o familiar nuestro? En fin! respondamos esas preguntas y todas aquellas
que se puedan parecer, hagamos el
ejercicio de averiguar si somos o no también culpables de cómo marcha el país,
los gobernantes son responsables de lo mal o bien que puedan estar las cosas… y
nosotros qué?
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