miércoles, 8 de agosto de 2012

Tio, todo este campo es tuyo


En la historia venezolana se conoce como La Generación del veintiocho al grupo de estudiantes universitarios que durante el carnaval caraqueño de ese año (1928) realizaron una serie de manifestaciones en contra del General y dictador Juan Vicente Gómez, fue un año muy duro para los jóvenes que participaron de ella o se le consideraba con alguna relación, fueron encarcelados,  torturados, puestos a realizar trabajos forzosos y tratados como delincuentes de la más baja calaña, estos muchachos representarían la lucha contra la tiranía, querían que Venezuela dejara de ser un país tratado como la gran hacienda del “Benemérito”, salir de la miseria, el analfabetismo, mejorar la educación y de esa forma convertirla en una nación prospera,  sembraron la esperanza de un mejor país y a la larga fueron premiados con el apoyo popular, pues muchos se convirtieron en grandes políticos que hicieron posible que hoy tengamos democracia, con sus falencias, pero democracia al fin.

Ese año también hubo otro acontecimiento muy importante, en este caso para la historia cultural venezolana, una fecha como hoy, ocho, ocho del veintiocho, nació en un pueblito llamado Barbacoas (para aquel entonces perteneciente al Edo. Guárico, hoy Aragua) Simón Narciso Díaz Márquez, El tío Simón! Quien con su forma muy particular de ser,  cantar y decir las cosas nos describe en cada letra, en cada fragmento de sus canciones, las vivencias de los seres que habitamos en esta tierra de gracia, más de uno se ha enamorado de la “Luna de Margarita” sin nunca haberla visto, se ha sentido en un corral de ordeño escuchando el bramar de un becerro mientras cae la leche en la totuma, ha visto que las espigas en el campo son un sol amanecer y cuando llega el invierno vuelven a reverdecer, cuando se ha enamorado se le han caído de la hamaca los sueños de madrugada, ha escuchado el alcaraván y se ha asustado por el beso del morichal, se ha sentido cabestrero y ha quedado como becerro sin madre, como morichal sin agua, cuando se le ha marchado un querer.

 El Tío nos ha dicho como a Nube de agua, que silenciemos tanta amargura,  que toda leche da queso y toda pena se cura,  que el caballo viejo no puede perder la flor que le dan porque después de esta vida no hay otra oportunidad, en sus metáforas y cuentos no ha dejado mucha poesía, difícil de interpretar para aquellos que no conocen el trajinar o hablar del campesino llanero, occidental, andino u oriental, pero que al ser tan hermosas nos rendimos ante ellas.

A este viejo querido le debemos muchas cosas, ojala que generaciones futuras también lo sepan apreciar y guarden respeto a la herencia que en vida nos ha dejado, ochenta y cuatro años cumple, pero el que nunca se pone viejo es el hijo de “La vaca Mariposa” que sigue siendo un terné,   extrañamos no verle en pantallas, escenarios, y aunque cierto sector en los últimos años no le ha dado el reconocimiento que merece, el 99% del  país le canta todas las versiones autóctonas de cumpleaños feliz, no te preocupes Tío, todo es te campo es tuyo,  el cariño que tenemos por ti es infinito y mañana cuando te vayas (aun falta mucho para eso) no solo será la tinaja que se acordará de ti.

Feliz cumpleaños! 

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