El domingo pasado en Venezuela vivimos
una jornada que estábamos esperando hace mucho, era el momento de plantearnos
seguir en el camino que veníamos transitando desde hace 14 años o si tomábamos
un nuevo rumbo, el pueblo habló y decidió, el presidente Chavez fue reelegido,
con ello murieron las esperanzas para más de 6.500.000 venezolanos que
esperábamos amanecer el 8 de octubre con un nuevo presidente, uno que en su
campaña nos hablaba de progreso, reconciliación, quien nos invitaba a trabajar
por el país y no a esperar recibir en su gestión más allá de lo que dicta la
constitución, salud, seguridad, vivienda, empleo y educación de calidad. Las
cosas no salieron como imaginamos quienes seguimos de cerca a Henrique
Capriles, a él, respeto y consideración, también para su equipo y a quienes lo eligieron como el abanderado
de la unidad para las elecciones de 7-O, sin duda, fue la mejor opción, con su
coraje y gallardía se convirtió en el
líder de oposición que necesitábamos hace mucho para optar a la presidencia,
uno que con cuero grueso evitó ser herido por las balas malintencionadas
disparadas por la maquinaria propagandística del presidente Chavez, quienes
usando epítetos de los más bajos, pretendieron amainar la excelente campaña de
nuestro candidato del cual se dijo no reconocería los resultados y al que se le
juró ser desaparecido, vuelto polvo por parte de su contrincante y justo
vencedor (aunque no nos guste) Hugo Chavez, quien obtuvo más de 8 millones de
votos pero su sueño de conseguir 10 millones se le volvió a quedar lejos, en los
últimos seis años el chavismo aumentó en
10% sus electores, mientras que la oposición lo hizo en aproximadamente en un
50%, el trabajo no ha sido en vano.
Hoy el país sigue más dividido que
nunca, es momento de reflexión por parte de la oposición y chavismo, deben analizar profundamente
en que se ha fallado, el porqué no hemos podido convivir juntos en los últimos
años, es tarea de todos tratar de corregir los grandes problemas que tenemos
los casi 30 millones que vivimos en Venezuela, sabemos que es difícil, pero no
imposible, otros países lo han demostrado, debemos dejar los insultos entre
nosotros solo porque tenemos un pensamiento distinto, no debemos tratar de
convencer a nadie, cada quien tiene derecho a pensar como quiera, quienes somos
críticos de la situación tanto de un lado como de otro no debemos caer en lo
mismo, aquí unos llaman corruptos a otros y resulta que cuando los ponen donde
hay actúan de igual manera, acusan de nepotismo o tráfico de influencia y siempre van pendientes de darle un puesto o
contratico a algún familiar o amigo, se juega con la miseria de las personas,
se les engaña y se les traiciona la confianza, es hora de madurar políticamente
y saber reconocer logros y fracasos de nuestros líderes, gobernadores o
alcaldes, debemos entender que aquellos que elegimos para ejercer algún cargo
son gerentes, servidores públicos, no ídolos o seres a quienes les debemos rendir pleitesía, aquí se tiene tiempo hablando de controlaría social pero muy pocos la
ejecutan, ya es tiempo de que el estado se ponga la braga de obrero y comience
a ejecutar las obras que harían más llevadera la vida de todos lo que aquí
vivimos, queremos que se investiguen los
grandes actos de corrupción vengan de donde vengan, queremos que el presidente
evalúe la situación en la que se encuentran los presos políticos, políticos
preso o como quieran llamarles, son Venezolanos que muchos están en condiciones
críticas de salud, queremos que se respete el estado de derecho de todos y se
deje trabajar a quien lo desee, queremos inversiones, empleos para todos con
salarios acordes a lo que es estudiamos, transportes públicos de calidad, que
se acabe los filtros por ser chavista o ser de oposición, que cesen las
persecuciones por pensar distinto, seguridad, educación, salud, queremos una Venezuela pujante, con la mayor
felicidad para todos.
A la oposición les digo, no desmayemos si
queremos conseguir el país que soñamos para todos, pongámonos a trabajar desde
ya pensando en las elecciones a gobernadores y alcaldes, recordemos que el fenómeno
se llama Hugo Chavez, que la gente vota por él en masa pero no por algunos de
sus candidatos elegidos a dedo, oportunidades tenemos de ganar pero debemos
salir a votar mas o los mismos 6.500.000, es cierto que nos sentimos frustrados
y decepcionados por no haber conseguido la victoria, entonces pongámonos la
mano en el pecho y preguntémonos si realmente ayudamos a Henrique Capriles en
su campaña, ¿hicimos el trabajo encomendado?, ¿entendimos que la fuerza de
votos del presidente Chavez está en los barrios con un poder de movilización y recursos que no tenemos? El gobierno tiene 14 años en campaña y sin embargo le hemos ganado
terreno, aprovechemos las debilidades del “enemigo”, “tanto va el cántaro al
agua hasta que se rompe” recordemos eso, los que hablan de fraude deberían de pensar
un poco mejor las cosas, están desconociendo al líder que aceptó los
resultados, ahí la gran diferencia con el chavismo que nunca actúa contrario a
lo que dice su “comandante”, con esa actitud le hacen un favor a los medios de comunicación
del estado que se aprovechan para decir que somos guarimberos y golpistas, es
injusto aceptar los triunfos y cantar fraude en las derrotas.
Capriles, gracias por despertar a la oposición, otros fueron una opción para salir de Chavez, tu, un verdadero líder, nos toca ahora seguir haciendo el trabajo juntos, ¡muchachos!, nos vemos en la cola
en diciembre, Hay un Camino y un autobús esperando para que nos embarquemos, el pasaje es gratis.